La rosácea es una rojez e inflamación de la piel que afecta principalmente a la cara. Al principio se ve como un rubor pero puede llegar a convertirse en pápulas y pústulas.
En casos severos, la nariz puede hincharse con una especie de bulbos. La rosácea puede ser difícil de reconocerse en sus primera etapas y confundirse con quemadura solar o con el acné porque las inflamaciones son parecidas, pero la rosácea es vascular.
Con esta orientación se encaran tanto los tratamientos faciales como corporales.
El tratamiento acupuntural en la rosácea tienes dos objetivos, por una parte equilibra al paciente internamente y por el otro lado descongestionar la piel externamente, proporcionando resultados no solamente superficiales, sino atacando la orígenes de la enfermedad.
